La caída
Dios les había advertido a nuestros primeros padres que el día que comieran del fruto que les había prohibido, ciertamente morirían. La sentencia que estaba prevista se dictó, y se les impuso la condena de muerte en sus tres formas:
1.- Muerte espiritual, que es el acto mediante el cual alma y espíritu del hombre quedaron separados de Dios; ésta cayó sobre ellos en el momento que pecaron (Ef. 2:1,2; 1 Tim 5:6).
2.- Muerte física, que comenzó de inmediato su inevitable proceso de desintegración, el cual habría que culminar algún día en una separación mediante la cual alma y espíritu se separarían del cuerpo (He. 9:27); y
3.- Muerte eterna, que es la muerte segunda, según la cual ellos quedaron sujetos al lago de fuego, donde alma y cuerpo estarán separados eternamente de Dios. Con respecto al lago de fuego (Mt. 10:28; Ap. 20:14,15) está escrito que fue preparado para el diablo y para sus ángeles (Mt. 25:41).
Cuando Adán cometió el primer pecado experimentó una conversión al revés. Llegó a ser degenerado y depravado. Dentro de él se desarrollo una naturaleza caída, que es contraria a Dios y siempre inclinada hacia el mal. Su constitución se alteró fundamentalmente y así llego a ser un ente enteramente diferente del que Dios había creado.
Efectos inmediatos del pecado (Gn. 3:7-13)
1.- Sensación de vergüenza: El cambio inmediato que se operó en Adán y Eva se nos revela en el mismo relato, cuando se nos dice que ellos se avergonzaron por descubrir que estaban desnudos.
2.- Delantales de hojas: El vestido que se inventaron no les fue útil en ningún sentido; Dios los vistió con pieles simbólicas del derramamiento de sangre. De este modo se pone en vigor otra de las grandes doctrinas de la Biblia: “…sin derramamiento de sangre no se hace remisión” (He. 9:22).
3.- Sensación de temor: Ésta fue producida por la conciencia culpable. La fiel palabra de Dios nos ofrece una evidencia indiscutible de que ellos mismo no se sentían ya dignos de encontrarse con Dios cara a cara.
4.- Tentativa de esconderse: El hecho de que iban a ser echados inmediatamente del huerto prueba la verdad de que habían quebrantado voluntariamente su relación con Dios, por lo cual se escondían de su presencia.
5.- Esfuerzo de vindicación propia: Aunque culpables, Adán y Eva trataron de justificarse.
6.- Esfuerzo de esquivar la responsabilidad: Adán echó sobre Eva la culpa de lo sucedido y Eva la echó sobre la serpiente, a saber, Satanás.
Ningún otro ser humano había llegado a ser pecador por haber cometido el pecado. Todos los demás nacen pecadores. Aquí hay que saber hacer la distinción entre el pecado como acto malo y el pecado como naturaleza mala. Por causa de un acto pecaminoso, Adán adquirió una naturaleza pecaminosa; entre tanto, todos los miembros de su familia nacen con la naturaleza pecaminosa.