La doctrina de la Iluminación
La palabra "iluminación" aparece una sola vez en la versión Reina-Valera 1960 y es en 2 Co.4:6, mientras que diversas formas del verbo iluminar aparecen para indicar la iluminación general que Cristo da a todos los hombres, especialmente a través del evangelio (Jn.1:9; 2 Ti.1:10). También describe la experiencia de iluminación en la conversión (Heb.6:4), el entendimiento de la verdad cristiana (Ef.1:18 - alumbrando; 3:9 - aclarar) y el carácter escrutador del juicio futuro (1 Co.4:5 - aclarará).
Teológicamente, la palabra ha sido aplicada a diversos conceptos. En la iglesia primitiva se describía al bautismo como iluminación, con cierta frecuencia (por ejemplo, Justino, I Apología., cap. 61). Una teoría de la inspiración se denomina teoría de la iluminación. Considera la inspiración como "una pura intensificación y elevación de las percepciones religiosas del cristiano, la cual es la misma en especia, aunque mayor en grado, que la iluminación de todo creyente por el Espíritu Santo" (A. H. Strong, Teología Sistemática, -Judson Press, Philadelphia, 1907, p. 204).
Generalmente, el concepto de iluminación está relacionado con la obra del Espíritu Santo que hace clara la verdad de la revelación escrita. Con referencia a la Biblia, la revelación se relaciona con lo material, la inspiración con el método de registrar la revelación y la iluminación con el significado de lo escrito. El hombre no regenerado no puede experimentar la iluminación en este sentido porque está ciego a la verdad de Dios (1 Co.2:14). Al creyente le fue prometido este ministerio del Espíritu por parte del Señor antes de su muerte (Jn. 16:13-16), y puede tener provecho de él aun al punto de entender las cosas profundas de Dios (1 Co. 2:!0). Aunque esta iluminación es una obra del Espíritu puede ser estorbada por la carnalidad en la vida del cristiano, y de este modo es, hasta cierto punto, dependiente del andar del creyente para su plena realización (1 Co. 3:1-2). L. S. Chafer, Teología Sistemática, Dallas Seminary Press, Dallas, Texas, 1947, I, pp. 105-113)
E. F. Harrison, Diccionario de Teología, Libros Desafío, Grand Rapids, 2006, pp. 308-309