¿Qué postura debería adoptar un cristiano frente al Movimiento de la Nueva Era?
Aunque todavía hay evidencias de los vestigios de una cosmovisión bíblica, las encuestan revelan que las creencias doctrinales de alrededor de un tercio de los occidentales se identifican con la Nueva Era. Las ideas de este Movimiento de la Nueva Era (MNE) se difunden en gran manera y a menudo en forma inconsciente a través de la televisión (por ej., el programa de la norteamericana Oprah Winfrey) y las películas (por ej., La guerra de las galaxias). El MNE también se ha vuelto un buen negocio por sus millones de seminarios de autoayuda, sus guías de devocionales/oraciones (que a menudo imitan la tradición cristiana) y sus libros.
En general, los seguidores del movimiento rechazan el término Nueva Era, por sus connotaciones. En todo caso, tal vez sea mejor el término <<religión posmoderna>>, dadas las premisas que comparte con el posmodernismo filosófico (ver el artículo ¿Cómo debe un cristiano interpretar el posmodernismo?, pág. 1259). Como a menudo rechazan un enfoque científico o analítico (modernista) de la vida, los adeptos creen que el conocimiento se construye en forma subjetiva y es determinado por la sociedad. La verdad no es universal para todos los seres humanos, sino que puede variar de acuerdo a lo que <<funciona>> para algunos o para otros. Los valores morales no tienen objetividad universal sino que son sólo propiedades de las comunidades que eligen adoptarlos. En el MNE la realidad se considera como un todo unificado que se va desarrollando; por cierto, a menudo se cree que Dios es uno de los nombres de este todo. Los partidarios del MNE muestran un desprecio especial por el cristianismo bíblico, debido a sus afirmaciones de verdad universal.
Como el MNE no está bajo la autoridad de ningún texto religioso en particular, a sus defensores se los identifica mejor mediante distintos <<síntomas>>, como los siguientes. Prefieren la práctica de la espiritualidad antes que las expresiones clásicas de la religión. Creen que ningún maestro religioso puede exigir la lealtad de todos; es necesario reinterpretar las afirmaciones de Jesús de ser el único camino, o directamente rechazarlas. Según ellos, en lugar de la gracia de Dios revelada en el Jesús de la Biblia, los <<ángeles>>, los poderes paranormales e incluso el mero potencial humano actúan como <<salvadores>> del dilema de la humanidad. Mezclan distintos objetos de adoración y a menudo se identifican en forma simultánea usando términos como budistas, judíos y presbiterianos. En última instancia, el MNE representa el regreso al politeísmo, es decir, la creencia en muchos dioses.
Entonces, ¿cómo pueden los cristianos comenzar hablar de Cristo con los seguidores del MNE? A menudo, un debate sobre la verdad debe allanar el camino. Si la verdad objetiva universal no existe, las afirmaciones del evangelio son falsas. Sin embargo, las personas viven como si las convicciones cotidianas se correspondieran con la realidad (por ej., nadie puede elegir vivir si toma veneno en lugar de agua). Entonces, ¿por qué deberíamos pensar de otra manera con respecto a las creencias sobre Dios y la vida después de la muerte? La incoherencia en las cuestiones cotidianas se percibe como deshonesta o irracional (<<Es cierto, señor policía, el vehículo estacionado en doble fila es mío, pero no es mío>>). Por lo tanto, ¿por qué debemos aceptar afirmaciones como <<Cristo puede ser verdad para usted, pero no para mí>>?
A primera vista, el manejo falso de la verdad en el MNE hace que parezca más tolerante que el cristianismo. Sin embargo, en realidad ve en forma condescendiente las afirmaciones de las demás religiones y las tilda de incorrectas, ignorantes y divisivas, ya que cree que sólo las que el MNE sostiene tienen una perspectiva completa. Las demás religiones, obsesionadas con sus enseñanzas tradicionales, no son conscientes de la unidad profunda y escondida de todas las religiones. Pero ¿hay una buena razón para creer que existen muchos caminos al cielo? ¿Cómo se puede afirmar esta verdad universal (en especial si no hay verdades universales)? Los mapas de carretera terrenales no suponen que cualquier camino lleva a determinado destino. Las rutas se eligen de acuerdo a su comodidad para el viaje o a sus paisajes, pero no todas llevan al mismo lugar.
Biblia Apologética
Artículo por Ted Cabal
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